¿Por qué se realiza?
Conforme van pasando los años podemos padecer pérdidas de masa ósea en los maxilares. Puede deberse a diferentes causas, como por ejemplo enfermedades como la periodontitis o la osteoporosis, infecciones, atrofia o traumatismos, entre otros.
A la hora de poner implantes es importante tener un buen tejido óseo para que puedan sostenerse en la boca del paciente durante mucho tiempo. Por ello, si hemos perdido tejido óseo, serán necesarias las técnicas de regeneración ósea.
¿En qué consiste?
Por un lado, la regeneración ósea dental por injerto óseo artificial consiste en una intervención quirúrgica que busca reponer el hueso perdido con hueso artificial.
Por otro lado, la técnica injerto autólogo radica en extraer hueso de otra parte de la boca del paciente para mejorar y reestablecer la anatomía y la función de la zona receptora. Como el hueso tomado es del mismo individuo, proporciona mejores resultados comparado con los otros tipos de injertos óseos.
Cuidados tras la intervención
Una vez realizada la intervención, el paciente tiene que esperar unos meses mientras que el injerto ayuda a la generación de nuevo hueso.