Cirugía oral

TRATAMIENTOS A MEDIDA

¿Qué es la cirugía Oral?

La cirugía oral es una de las especialidades de la odontología más antigua.

Consiste en una especialidad médico-quirúrgica en la que se engloba desde la prevención hasta el estudio, tratamiento y rehabilitación de cualquier afectación que pueda tener lugar en la boca. De este modo, la cirugía oral es la opción de elección a la hora de resolver problemas tan comunes como son: extracción de piezas, extirpación de lesiones, implantes dentarios, cirugía preprotésica o tratamiento tardío del bruxismo, así como el análisis y estudio histológico pertinente.

Exodoncia

Este procedimiento es uno de los más frecuentes en la cirugía oral , y consiste, básicamente, en la extracción de una pieza dental. Los motivos por los cuales se acaba requiriendo esta intervención son diversos. En el caso de la infancia, casi la mitad de los casos , se deben a causas ortodóncicas. En el caso de los adultos, los motivos varían. Ciertamente, dependiendo de la causa, la exodoncia se llevará a cabo de una manera u otra; pero, a grandes rasgos, el mecanismo de extracción se puede dividir en dos tipos:
  • Extracción simple: es la que se realiza ante la presencia de dientes visibles, es decir, aquellos que ya han erupcionado. Para ello, primero se ha de aflojar el diente con el instrumental adecuado. Una vez la pieza está aflojada, hay que proceder a su extracción. En muy pocos casos es necesario realizar incisiones en la encía.
  • Extracción quirúrgica: esta intervención es un poco más compleja que la anterior y es la que se realiza cuando un diente se rompe en la encía o, directamente, no nace. Para ello, es necesario realizar una incisión en la encía para así poder retirar la pieza dental. Así mismo, en estos casos puede llegar a ser necesaria la manipulación del propio hueso.
Antes de proceder con cualquier acción, se estudiará correctamente la zona mediante la inspección y la realización de radiografías. Al comenzar la intervención, se anestesia la zona.

Post-intervención

Una vez llevada a cabo la intervención se tiene que tener un cuidado especial y realizar las curas oportunas. Además, es aconsejable la colocación de una bolsa de frío para reducir al mínimo la inflamación. Así mismo, de cara a los días posteriores, es fundamental mantener el área intervenida limpia, para prevenir cualquier posible infección. Para ello, no se debe fumar, realizar acciones vigorosas (enjuagar la boca con demasiada insistencia, por ejemplo), o consumir irritantes como comida muy caliente o muy fría durante al menos las primeras 24 horas. En algunos casos, tu dentista te recetará y pautará un analgésico.